martes, 10 de abril de 2007

Desorganización mental.

Soy inteligente... pero desorganizada... es decir, me sirve de poco la inteligencia.
Tengo que hacer algo y me disperso.
Ando perseguida, siento que no voy a alcanzar a hacer bien las cosas... pierdo tiempo en tonteras y después ando con culpa. Y la culpa me hace seguir perdiendo el tiempo. Y me pongo nerviosa, y me angustia.
Termino sintiendo, cuando hago algo, que lo hago como para cumplir nomás, me siento chanta, que si logro zafar ya es demasiado. Pero también sé que soy inteligente, pero me cuesta mucho encaminar mis ideas a tiempo.
He llegado a comerme las uñas, a tener mi dormitorio en caótico desorden, a estar sin depilarme... hasta a tratar hostilmente a los que me rodean.

viernes, 6 de abril de 2007

YO sufro de envidia.

SÍ. Yo sufro de sentir envidia. Como si el bien de los demás atentara contra el mío. Y sé que no es así... pero no puedo evitar sentir envidia insana ante determinados sucesos felices de gente de mi entorno cercano o lejano. Quiero curarme ... la envidia es destructiva.
  • Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
  • Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
  • La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
  • La envidia es una declaración de inferioridad.
  • El silencio del envidioso está lleno de ruidos.
  • La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
  • Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo.
  • La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
  • Nadie es realmente digno de ser envidiado.
  • ¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.
  • La envidia y el odio van siempre unidos, se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.